“Si no eres tú, ¿quién? Si no es aquí, ¿dónde? Si no es ahora, ¿cuándo?"

sábado, 26 de febrero de 2011

ADAM NEATE

Poco antes de la medianoche del viernes, Adam Neate y su equipo de asistentes dejaron 1.000 cuadros en distintos puntos de la ciudad de Londres.
Cuando Neate comenzó su carrera nadie quería comprar las pinturas que hacía sobre trozos de cartón.
Los compañeros con los que compartía su casa lo obligaban a deshacerse de sus trabajos, que Neate llevaba a las tiendas de segunda mano o que simplemente dejaba en la calle.
Así fue como se le ocurrió la idea de abandonar sus pinturas en las calles, bajo los puentes, en los parques o en la vías del tren para los transeúntes que quisieran llevárselas a sus casas.
Desde entonces, Neate se ha convertido en un artista comercialmente exitoso.






"Mis pinturas se venden por entre US$1.500 y US$7.500. Calculo entonces que estoy regalando alrededor de US$1,5 millones", dijo Neate.


"Para algunos mis cuadros no tendrán ningún valor, tal vez los tiren a la basura. Tal vez a alguna persona le gusten por lo que son, sin saber nada de mí, y los conserven. Ese concepto me gusta: disfrutar del arte más allá de quien lo haya pintado", agregó. Según Neate, su proyecto no representa una protesta contra el mercado del arte.
Él empezó su carrera como un idealista, entregándole arte a la gente de forma gratuita. Pero rápidamente, las obras que dejaba en la calle comenzaron a venderse en las galerías de arte y casas de remate por un precio cada vez más alto.
Si bien la gente que recoge sus obras es quien se beneficia con su venta, a Neate no le importa.
Para él, lo importante es el placer de hacerlas.