“Si no eres tú, ¿quién? Si no es aquí, ¿dónde? Si no es ahora, ¿cuándo?"

miércoles, 23 de junio de 2010

SALIDAS (Segunda parte)

¿Existe el tiempo? ¿O sólo porque nosotros lo inventamos?


Si sueltas la palangana antes de tiempo tendrás problemas… Luego no me digas que no te lo avisé. Y quien dice problemas dice todo lo demás. A veces, sólo a veces, todo sería más sencillo simplemente con fijarse un poco más. Ponerle un poco más de interés. Puede que luego acabe mereciendo la pena.

Los espacios delimitados perduran. Se sobran por los cuatro costados. Sobran los sentidos cuando son razonables. Se tienen por minutos las gotas que caen con cierto ritmo del grifo del lavabo. Cortas los cables y es esto lo que te encuentras. Y, encima de todo, puede que te obliguen a empezar otra vez de nuevo; perder todo lo aprendido; volver, y empezar de cero. Nueva persona, nuevo pasado, aunque sea inventado; nueva historia, distintos amigos, demasiados cambios. Muchos no lo soportan, pero no pueden hacer nada. Hace tiempo que la deserción no tiene sentido. Dejó de ser una opción. No importa el castigo. Simplemente es imposible. Físicamente imposible. Si te pierdes demasiado por los círculos no terminarás enseguida; luego no me vengas a decir nada. Si no lo comprendes, el problema, siempre es de los dos.



Dicen que me siento derrotado; es posible. Pero ellos no deberían tener forma de saberlo. No quiero entrar en las costumbres sociales de estos nuevos tiempos que nos ha tocado vivir. Dependiendo del espacio consignado, las posibilidades de éxito son enormes o inmensamente pequeñas. Y no es algo que dependa de sí mismo. Es complicado, y no sé si alguien lo llega a entender de verdad, pero se compone de un intrincado sistema de réplicas y contrarréplicas que acaban teniendo un sentido según van pasando las horas de la Inspección General de la Comisión de asuntos públicos. Es curioso que luego todas sus investigaciones las hagan de forma privada. Pero eso es lo que tiene.



Se aparta el tiempo y se va a otro sitio. Espera sentado, ya cansado; pierde la mirada. Poco a poco va muriéndose lentamente. Nadie puede remediarlo; de pronto, todo cambia y nadie le presta atención. Cuando llega la hora de embarcar, sube a su avión, se prepara todo para seguir muriéndose cómodamente, y continúa su agonía. Tardan en despegar, pero al fin lo consiguen. En medio del océano grita con todas sus fuerzas: ¡No quiero morir! El aire que soltó fue el último. Su corazón hacía instantes que había dejado de funcionar. Le empezó a dar problemas cuando se fue ella, de eso hacía ya mucho; y poco a poco había llegado su final, volando en mitad del océano.



Han empezado a caer copos blancos; de nuevo. No se sabe si es nieve de verdad, u otro escape producido por otro sabotaje en la planta de reciclado químico. No se sabrá hasta que cuaje. Ya casi es primavera; pero no es raro que por aquí nieve por ahora; incluso más tarde no sería sorprendente del todo. El problema es si no es nieve, y vuelven a ser espumas de desperdicios de plantas saboteadas.

Todas las naciones vendidas por mentirosos y cobardes.

¡Marchad! ¡Marchad ya! Pero no os olvidéis antes de comprar todo lo necesario. ¡Soltad el lastre que lleváis en vuestros bolsillos! Sacad las pelusas que lleváis guardando en vuestros bolsillos durante años sin decírselo a nadie y mostradlas al común de los mortales. Tal vez así aprendan. Hemos decidido aprender a contar para así saber cuántos tienen que morir. La cifra exacta todavía no nos ha llegado desde arriba, pero nos la han aproximado desde abajo: muchos, tal vez demasiados, no hay forma de saberlo; la orientación es puro secreto y es mejor no decir nada hasta que estemos seguros, en alguna parte.



Conceptos perdidos en los límites de sus significados. Sólidos apoyos que ya no lo son tanto.

Todo ha cambiado desde ese extraño momento: la delincuencia se dispersó y sus límites llegaron a los confines de la sociedad, y la sociedad se pudrió en cinco minutos contados a partir del momento nunca antes elegido.

Suponiendo que nosotros, los elegidos, vinimos a este lugar para algo, suponemos demasiado. El intrincado espacio de cemento que nos separa; poco queda por hacer. Si esperas que el espacio se pliegue y todo se solucione solo, o eres un científico desviado y loco, un loco, o simplemente alguien que ha escuchado algo pero no sabe dónde.



¡Estúpidos ineptos de los servicios inferiores! ¿Pero en qué estaban pensando cuando sucedió esto? Este suceso es, por lo menos, de gravedad 6. Comunícaselo a los de reintegración. Seguro que ellos saben dar con el culpable. Si no fuera por ellos y por pocos más, esto se iría a la mierda, si no es que se está yendo ya. A veces es tan paulatino que no te das ni cuenta… A mí y a mi familia ya nos pasó años atrás… y aquí estamos, tampoco ha cambiado demasiado. No, aquí estoy yo sólo, toda mi familia murió. Los años pasan, para todos.

Sueñan las ovejas más viejas que saltarán eternamente.

Los cielos los intentan abrir con sus nuevos aparatos, pero no les sirve de nada: no hay salida.



Sorprendidos y estúpidos. El fin está cerca, pero ninguno de vosotros lo verá. Se os acercará por detrás y nada más. Lo que se ha hecho con el Mundo debe ser destruido. Volverá a empezar, y espero que todo sea distinto. Soy vuestro Sol interior. En mí, lo es todo.



Sospechas infundadas que acaban como siempre: en muerte. Más tarde, de nuevo, se comprueba que todo era mentira. Unos dicen que otro inocente más. Otro que no sería tan inocente después de lo que le había pasado.



Despertaos o moriros; así no os necesito; así estorbáis y no dejáis (de) crecer. Controlaos, leed, pensad. Espíritu crítico. Ideas propias creadas sacadas de allí y de allá. Ahora o ya nunca. La urgencia es terrible; es urgente; es muy urgente; corred a contárselo a todos.

Esperan pacientes los participantes de esperanzas. Cubren las cuotas. Mejoran las expectativas. Pero no sirve de nada. Otros antes que ellos lo intentaron. Pero esa sigue siendo información confidencial, no disponible para ninguno de los participantes; la esperanza no tendría lugar; y dejarían de esperar pacientes.



Todos se pensaban que era cosa de leyendas. A algunos les provoca curiosidad. A otros simplemente miedo. El que quiere pasar por su acera pasa sin problemas; si se quiere bordear, las posibilidades son múltiples. Sólo hace falta elegir.



Cógeme de la mano; si no te puedes perder. Recuérdame tu nombre y tu dirección. Cógeme fuerte. Vamos a buscar a alguien que te ayude.



Sin agobios, sin preguntas, sin más. Pensando demasiado, camarada, siempre esperando demasiado.



Si uno tiene buena vista se acaba viendo su nuca.

¡COMPRAD TODO LO NECESARIO!



Repito:



¡COMPRAD TODO LO NECESARIO!

Romped los billetes con vuestros dientes. Separad todo lo anterior y luego id juntando los fragmentos. Traspasad la urgencia que lleva mal la hora.

...CONTINUARÁ...

2 comentarios:

  1. wau... sin palabras. Es muy bueno, sorprendentemente bueno.

    La India, octava potencia mundial deja morir por desnutrición aguda a sus niños mientras vende un medicamento que los podría salvar a Somalia, absolutamente Nada de este medicamento en sus hospitales. Terrible¡

    un abrazo RC

    ResponderEliminar
  2. Mil gracias. Que me lo digas tú tiene aún más valor para mí. Todavía quedan partes por publicar...
    El Mundo que nos hemos construído es un lugar extraño. Pero en nuestra mano está ahora el empezar a cambiarlo: yo ya he empezado. ¿Te animas?

    ResponderEliminar