“Si no eres tú, ¿quién? Si no es aquí, ¿dónde? Si no es ahora, ¿cuándo?"

martes, 15 de diciembre de 2009

EL ORDEN IMPLICADO




Otras teorías científicas también estaban destinadas a dar la razón a los que aceptamos la realidad de los fenómenos paranormales. Quizás la más novedosa fue la que propuso en 1971 David Böhm, profesor de Física Teórica en el Birbeck College de la Universidad de Londres. Según su “Teoría del Orden Implicado”, existe un estrato subyacente -una “esfera implicada”- donde todas las cosas y acontecimientos están unidos. “La mecánica cuántica y la relatividad -dice- han demostrado el fracaso del orden mecanicista y necesitan otro orden, que yo llamo implicado”. Y añade que “el verdadero estado de las cosas es una totalidad indivisible”. Este nuevo modelo de la realidad nos revela un universo estructurado como un holograma, es decir, en la que cada una de sus partes contiene al todo. David Böhm concluye que “si existe lo paranormal, sólo puede entenderse mediante su referencia al orden implicado, puesto que en ese orden todo está en contacto con todo lo demás y no hay ninguna razón intrínseca para que lo paranormal sea imposible”. En 1969 el neurocirujano Karl Pribam -fundador del Centro de Investigaciones del Cerebro de la Universidad de Radford (Virginia, EE.UU.)- aplicó la sugerente idea del holograma a los procesos cerebrales, señalando que la memoria no está localizada en un punto concreto sino repartida por todo el cerebro. La teoría de Karl Pribam, junto a la de David Böhm, forman lo que se ha bautizado como el “Paradigma Holográfico”. De esa unión nació un revolucionario y trascendental axioma: “El cerebro es un holograma que interpreta un universo holográfico”, que propone que nuestro cerebro (la parte) tiene acceso a toda la información existente en el universo (el todo), lo cual podría ser la mejor explicación para fenómenos paranormales como el de la “visión remota” (también llamada “clarividencia viajera” o “experiencia extracorpórea”). “Cada punto de nuestro cerebro está conectado con todos los demás puntos del universo”, sostienen los físicos cuánticos. El pintor neoyorquino Ingo Swann, considerado uno de los más grandes paragnostas de las últimas décadas -quien llegó a colaborar como “espía psíquico” en proyectos secretos del Gobierno de EE.UU.-, fue sometido a principios de los años 70 a pruebas de laboratorio para certificar sus pretendidas facultades, reconocidas como auténticas por los físicos Harold Puthoff y Russell Targ, del Stanford Research Institute (California). Ingo Swann, experimentando con la “visión remota”, logró “viajar” a Júpiter y a Mercurio, facilitando detalles sobre las características de ambos planetas (condiciones atmosféricas, paisajes, colores...) que tiempo después ¡fueron confirmados por las sondas Pioneer 10 y Mariner 10! ¿Acaso sintonizó la mente de Ingo Swann con la “esfera implicada” de la que habla Böhm para obtener información extrasensorial?.

1 comentario:

  1. yo estoy segura de eso...porque hologramas, haberlos hailos, pero lo que no puedo afirmar es que lo sean esos de los que habla el tal Böhm, que por otra parte: ¿de dónde ha salido?

    Bueno, espero nuevas entregas!!!
    gracias por su amable diagnóstico, Realidades Circulares

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