Un extraño incidente de locura colectiva en Francia y otro experimento en el metro de Nueva York con LSD realizados por esta oscura agencia de inteligencia son expuestos por un nuevo libro.
En 1951 las puertas del infierno se abrieron en un tranquilo pueblo del sur de Francia: misteriosamente el pueblo fue sacudido por alucinaciones masivas y delirios colectivos; al menos cinco murieron 12 personas fueron internadas y más de 100 se vieron afectados por un extraño psico brote.
Por décadas se pensó que el panadero local de Pont-Saint-Esprit había involuntariamente envenenado a los habitantes con un hongo psicodélico, el ergot que a veces se genera en el cornezuelo de centeno y que fuera utilizado en los Misterios de Eleusis (incluso se habría especulado por las más duras cabezas psicodélicas que dicho hongo habría sido empleado en La Ultima Cena). Pero ahora nueva evidencia apunta a que la CIA aplicó LSD a la comida local como parte de sus experimentos de control mental durante la Guerra Fría.
El evento conocido como el misterio de Le Pain Maudit (Pan Maldito) provocó, según reporta el Telegraph, que un hombre se ahogara mientras gritaba que su estomaco estaba siendo devorado por serpientes. Un niño de 11 años ahorcó a su abuela. Un hombre gritaba "soy un aereoplano", antes de brincar de un segundo piso. Otro vió como su corazón se arrastraba por el pasto y le pidió a un médico (como al hombre de hojalata al Mago de Oz) que le colocara su corazón en su cuerpo de regreso. Y otro más observaba como flores rojas crecían de su cuerpo.
Hay que recordar que el LSD, como su supremo explorador John Lilly nos relata, es una sustancia que permite programar y autoprogramar la biocomputadora humana, pero si el sujeto no sabe que lo ha tomado entonces se ve asaltado violentamente por los programas de su inconsciente sustituyendo su realidad inmediata.
El periodista H P Albarelli Jr ha determinado que el brote se debió a un experimento conjunto de la CIA y la División de Operaciones Especiales del Ejercito de Estados Unidos, basado en Fort Detrick, Maryland.
Según el periodista, los científicos que generaron la interpretación del envenenamiento involuntario trabajan en ese entonces en Sandoz, la compañía que suministraba LSD a la CIA.
Albarelli encontró documentos de la CIA mientras investigaba el caso de la misteriosa muerte Frank Olson quien supuestamente se arrojara de un 13 piso después de consumir LSD, pero que más tarde una autopsia reveló que Olsen, que trabajó en proyectos secretos de control menta y estuvo en Francia al momento del incidente del "pan maldito", había sido asesinado. En una transcripción un agente hace referencia al "secreto de Pont-Saint-Esprit" y dice que se trató de "D", dietilamide, la D en LSD.
Científicos de Fort Detrick le dijeron que habían llenado la comida local con LSD y el aire con spray (alqo que también hicieron en el metro de Nueva York). La evidencia más contundente vino de documentos de la comisión Rockefeller en los que se mencionan los nombres de los agentes franceses empleados por la CIA durante el incidente. En lo mismos documentos se menciona que se drogaron a 5,700 funcionarios sin su conocimiento entre 1953 y 1965.
El mismo autor revela que en los 50 la CIA utilizó LSD en forma de aereosol dentro del metro de Nueva York, como part de sus experimentos de control mental Artichoke y Paper Clip.
Por supuesto la CIA parece gozar de una secreta e inalienable impunidad global.
Todo esto de dosificar el pan me recuerda lo que hizo un amigo que llevo un pastel a un evento escolar en el que puso algunos ingredientes mágicos (marihuana y se dice que mescalina), algunos de los profesores padecieron paranoia y malestar estomacal, lo que los llevo al hospital, incluso uno de los alumnos que se caracterizaba por tener un imperio de pornografía y un notable sobrepeso no pudo dejar de comer el adictivo pastel y se puso bastante grave, afectado por el invisible enemigo psicoactivo.
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