“Si no eres tú, ¿quién? Si no es aquí, ¿dónde? Si no es ahora, ¿cuándo?"

lunes, 21 de junio de 2010

SALIDAS

Alguien a lo lejos aduce que todo es cultural; la raza es sólo una característica exterior. Pero nadie le hace caso y todo continúa como si nadie hubiera abierto la boca. Tal vez estén en lo cierto.











Nuestro poder se acaba. Se ha ido apagando por el paso de los tiempos y ahora ha llegado el momento. Todas las horas de los días sin fin no serán suficientes. El final se acerca. Y ni aún viviendo mil vidas cada uno de nosotros tendría sentido luchar. Ya estará todo perdido.










Latas de conserva apiladas. Fruta podrida que sigue en las mismas cajas en las que fue comprada, o traída, o vete a saber qué. Esperpentos; todos ellos en grandes cantidades. Todos ellos para facilitar las labores de desescombro y demás tareas humanitarias. Poco queda de humano en un montón de huesos quemados apilados en montones ordenados. Tareas imposibles que mantienen ocupados a los operarios; mientras ellos no nos den problemas, nuestra solución siempre estará más cerca.






Sueñas y te engañas cuando te dices: “¡Esto saldrá bien!”






Latas rojas de cerveza, apiladas en los estantes. Ruido, miedo; luego terror; casi siempre en este orden. Las paredes quedaron impregnadas. Todo se repite en una realidad circular ajena, pero cercana. El tiempo pasa, sí, es cierto que de otra manera, pero al final: pasa. Los cuerpos extraños son desechados. No sirven ni en la peor de las situaciones, que debería ser algo muy parecido a esto. No, es cierto, no hay forma de saberlo aún. Pero se intuye. Todos, desde hace tiempo, nos hemos dado cuenta que esto se acaba. Bueno, los niños tal vez no.


Sorprenden los hechos con espinas. Sorteados en un concurso elástico. Sostengo el mando del televisor hipnotizado mirando la pantalla tardo en volver a la consciencia. De los cristales rotos esparcidos en la primera pradera…


Sellos de caucho y mares agitados con playas que se pierden antes de que te puedas encontrar con alguien. Y, de repente, todo parece cambiar. El cielo parece que hoy ha cambiado el color artificial que tenía por uno que casi llega a ser azul.


Suspiros y ronquidos. La tele encendida con un especial de Michel Gondry en el que ponen bastantes videos de Bjork, y de pronto me acuerdo que no me llamaste. Estaba el tiempo bastante extraño la última vez que nos vimos, cuando nos despedimos. Nunca te parece que llega el final cuando no te lo esperas.










Exterminan a todos por igual. Es la solución. Lo ha decidido la Junta Superior por unanimidad. Y ya no hay marcha atrás. Ha llegado la solución final.


Campos de cereales destinados a la chatarra hambrienta. Juegos de niños que se vuelven laberintos de los que ya nadie consigue salir. Estúpidas partidas de guerras letales.






Es el momento de la revelación de los espíritus de los que no están muertos del todo. Intervención policial de casas encantadas.


Regalos que son rechazados y mensajeros que discuten sobre a quién pertenecen. Todos fueron exterminados antes de llegar a ninguna solución. Los solteros que no cayeron, son llevados por los pasillos para ser confinados; también ellos formarán parte del exterminio en algún momento.






No contentos con todo lo anterior, volvieron a la carga, y en esa última pasada consiguieron ser letales como nunca lo habían intentado. Nadie pudo ser testigo. Las piedras perdieron la memoria y todavía continúan haciéndose preguntas. Algunas que antes formaban paredes sólidas, permanecían boca-abajo, desorientadas. Tardarán en comprender lo que pasó.






Los precios suben y las materias escasean; comienza a aparecer el hambre y los pequeños robos cada vez son menos pequeños y más violentos. La desconfianza. Cualquiera te puede robar la compra en el camino a tu casa. La gente, sorprendida, nunca había vivido nada semejante. Trabajos forzados guiados por expertos cabrones. Los intelectuales son los primeros en caer. Ya, una vez abajo, nadie les quiere ayudar; y allí acaban de morir. HA LLEGADO LA REVOLUCIÓN.






Levantándose, uno a uno, los viajeros del tren que los llevaba lejos para traerlos de vuelta, van saltando, uno a uno, y después de rebotar unas cuantas veces, se van quedando en la cuneta. Ya os dije que esto no iba a acabar fácil, esto no va a acabar bien. La esperanza es libre, y a veces útil, muy humana, pero ahora no va a servir de nada. Todo empezó hace tiempo, pero ninguno se quería dar cuenta. Poco a poco todo fue perdiendo sentido y ahora ya poco, por no decir nada, lo tiene. Tal vez en otra ocasión, si es que hay otra oportunidad. Tal vez; aunque no lo crea. Hasta entonces, entonces.






Soldaduras inexplicables son pasadas por alto por los técnicos especialistas. No hay nada por lo cual alarmarse; el infierno está ahí fuera.






Correctos personajes se abalanzan sobre lo poco que queda por el suelo. Dicen que todavía queda lo peor.


¿De dónde viene eso? Esas canciones cantadas por niños… son tristes… ¿de dónde sale eso?


Desconfianza para todo; en todas direcciones; formándose en otra base de las relaciones personales.


Culpad a los demás; de poco os servirá cuando seáis arrastrados; aceptando sin rechistar juicios nulos por indefensión en los que daréis más trabajo aun a los exterminadores profesionales oficiales. Pensad al revés, y mal, y acertareis. Comprobad lo lejos que queda la verdad.


Lugareños ladrones de tumbas de otros. Túneles descendentes perfectamente planeados.


Túneles apuntalados señalando la cámara del tesoro. Años llenos de sorpresas y civilizaciones. Estelas partidas por los años y por la selva. Fechas selladas en la roca en las que algo debió de pasar. Todo eso ahora está perdido. Sólo quedan símbolos por descifrar. Qué pena que todo esto llegue demasiado pronto… qué pena que todo esto tarde demasiado.


Irreverencias destinadas a todos los dioses falsos en general; a todos los dioses de los demás.






Caras perdidas que expresan sorpresa; salen por la ventana y van cayendo lentamente hasta la calle. Es entonces cuando comprenden: es verdad que algo malo se avecina. Pero no todos lo comprenden en el mismo instante. Comprueba tu espalda o date la vuelta si quieres quedarte más tranquilo. También puedes ir andando de medio lado.


Superas el rastro de hielo si te quedas. Pero elijes lo que más te conviene en cada caso. Si comparas ofertas similares te darás cuenta que las demás no te ofrecen lo mismo; a veces no sólo hay que fijarse en el precio. El dinero es algo importante, pero no es lo único en la vida. Hay que pensarlo, y hay que pensar así. Hay que cortar los cables cuando estimes que es estrictamente necesario. Por lo demás, mejor que no hagas nada. Para eso estamos nosotros, para todo lo demás.


Somos estatuas imperfectas. Salidas. Salidas.

...CONTINUARÁ...

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