“Si no eres tú, ¿quién? Si no es aquí, ¿dónde? Si no es ahora, ¿cuándo?"

miércoles, 9 de diciembre de 2009

FRANK J. TIPLER

El cilindro de Tipler
El hipotético cilindro de Tipler, ideado en 1974 por este científico,[1] hace referencia a un dispositivo que permitiría el viaje en el tiempo. Se trataría de un cilindro muy pesado y de longitud infinita, que giraría sobre su eje a una velocidad cercana a la de la luz,[2] creando así una atracción gravitatoria extrema que permitiría regresar al pasado, ya que atraería a la luz y todo tipo de materia en contacto con él a una trayectoria en forma de bucle cerrado, lo que se conoce como curva cerrada de tipo tiempo.
El Punto Omega
Por otra parte, en su controvertido libro The Physics of Immortality (La física de la inmortalidad), Tipler afirma estar en disposición de probar la existencia de vida después de la muerte, debido a una inteligencia artificial que él denomina "Omega point" ('El punto Omega'), y que identifica con Dios. El científico argumenta que la evolución natural de las especies inteligentes dará como resultado el crecimiento exponencial del progreso científico, posibilitando un control absoluto sobre el universo, incluso a la mayor escala.
Tipler predice que este proceso debe culminar con una inteligencia artificial casi todopoderosa cuya velocidad de computación y capacidad de almacenamiento informático crecerán del mismo modo exponencialmente, y a un ritmo que impedirá el colapso del universo, proporcionando así un infinito "tiempo virtual", el cual será utilizado para desarrollar simulaciones informáticas de toda forma de vida inteligente que alguna vez haya existido en la historia del universo. Dicho ejercicio de realidad virtual es lo que Tipler denomina la resurrección de los muertos.[3]
Tipler afirma basarse en principios generales, sin embargo una gran mayoría de sus colegas en física juzgan que su lógica carece de base, por lo que no toman en serio sus teorías. Para ellos, la teoría del Punto Omega supone una simple suposición científica, en particular en lo que se refiere a la singularidad del Big Crunch, así como al negar la posibilidad de otras singularidades en el universo.
En una reseña al libro de Tipler para la revista Nature, el matemático George Ellis expone las típicas objeciones que se hacen a Tipler, cuyo libro es una obra maestra de pseudociencia... el producto de una imaginación fértil y creativa que queda al margen de las normales restricciones propias de la disciplina filosófica y científica.[4]
Por su parte, el historiador de la ciencia Michael Shermer dedicó un capítulo de su libro Why People Believe Weird Things a enumerar las contradicciones subyacentes a las tesis de Tipler.[5]
Otros científicos, como el físico de Oxford David Deutsch, encuentra los argumentos de Tipler consistentes. En su libro The Fabric of Reality (1997), Deutsch incorpora El punto Omega de Tipler como motivo central de su teoría del todo.[6]

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